Esta generalizada la idea de que el trastorno de hiperactividad con déficit de atención aparece únicamente en niños porque en la gran mayoría de los casos se detecta en la etapa escolar a partir de los siete años pero también puede afectar a los adultos. Más de un 4% de la población tiene esta condición neurológica crónica que se caracteriza por problemas de atención, hiperactividad e impulsividad. A pesar de ser un trastorno con el que se nace en ocasiones los afectados no son diagnosticados hasta que son adultos.
El psiquiatra barcelonés Jose Antoni Ramos Quiroga, coordinador del programa de TDAH del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, asegura en una entrevista al portal de la Comunidad TDAH que este trastorno es mucho más fácil de detectar en los adultos que en los niños. “El diagnóstico del TDAH es clínico, con una entrevista con el paciente y, si es posible, con algún familiar que conozca a esa persona desde la infancia. Pero, además, tenemos instrumentos, como entrevistas semiestructuradas, para revisar cada uno de los 18 síntomas del TDAH en la infancia y en la edad adulta, que ponen ejemplos para que el paciente se pueda ver identificado y que evalúan el impacto en diferentes áreas de la vida del paciente”. El experto destaca la sensación de alivio que sienten las personas al entender después de tantos años lo que les pasa.
Sin embargo sin una evaluación clínica no siempre es fácil detectar los síntomas de este trastorno. Si los comportamientos son recientes y no se han tenido experiencias en la infancia que inviten a creer que se tiene TDAH las causas podrían ser la reacción a un medicamento nuevo o una respuesta a nuevas situaciones estresantes. Y por si fuera poco, la mayoría de las personas tienen alguno de los síntomas típicos de la enfermedad que comúnmente se asocian a la personalidad y a los que no se le da mayor importancia. Estar siempre distraído, ser desorganizado y comúnmente inquieto, son algunos de los rasgos que llevan a pensar que se padece este trastorno. Estos síntomas no siempre les afecta en las relaciones personales y profesionales y por esa razón tienen un diagnóstico tardío en el tiempo.
En muchos casos el TDAH crea tensiones en las relaciones de pareja en los adultos que no han sido diagnosticados por culpa de las dificultades que tienen para escuchar y poner atención en conversaciones que mantienen con sus cónyuges. Además, las personas que tienen este trastorno además tienen el doble de probabilidades de morir en comparación con los que no la tienen. Los accidentes son la principal causa de fallecimiento según asegura estudio danés de la Universidad de Aarhus.